lunes, 23 de enero de 2012

Electricidad y riegos en el Alto Aragón: obras y gentes




Electricidad y riegos en el Alto Aragón: obras y gentes es el título de la presentación que, durante una hora aproximadamente, desarrolló brevemente la historia de los riegos y la generación de la electricidad en el Alto Aragón, haciendo hincapié en el Somontano de Barbastro. El lugar más importante fue para los trabajadores de dichas obras -verdaderos protagonistas de las mismas- y, especialmente, para Joaquín Costa Martínez y Mariano Lacambra Marín, luchadores incansables por el progreso de nuestra tierra.
Ayudado por una presentación –de la que adjunto una pequeña muestra de las 67 diapositivas de las que constaba– tuvo lugar en el salón social de los antiguos sindicatos de Castillazuelo a las cinco de la tarde.
Desde aquí expresar mi agradecimiento por su invitación para compartir estas historias con ellos.


domingo, 22 de enero de 2012

La electricidad en Castillazuelo, apuntes sobre su historia.



Lineas de Mariano Lorenz, 1912, AHPH obras publicas 148-55


A principio del siglo XX la situación del Somontano, como del resto de España, no era demasiado halagüeña. La resaca nacional, y el endeudamiento, que provocó la guerra de Cuba, unida a la sequía que asola los campos y la filoxera –venida de Francia–, completan el triste cuadro. La población desesperada debe emigrar y los trabajos, muchas veces iniciados para evitar disturbios, son escasos.
El río Vero, vertebrador del Somontano, lleva desde tiempos remotos moviendo molinos, batanes e ingenios y regando sus ricas huertas. Ya a “principios del siglo XII” (1) están documentados estos usos. Las fuertes avenidas del río Vero obligan a constantes reparaciones de los azudes y en 1606, por ejemplo, se trabaja en el azud de la acequia del molino de Castillazuelo, también llamada de San Marcos (2). Bien entrado el siglo XVIII se pretende hacer un pantano en Alquezar para regar “100 [jornales] en Castillazuelo” (3), entre otros, y aquella idea –como demasiadas veces- no llega a salir del papel.
España, por su carencia de carbón, entre otras razones, tiene una primera industrialización que pasa sin pena ni gloria. Pero ahora la segunda comienza a cambiar los métodos productivos y la electricidad es la estrella de este cambio.

Firma de Mariano Lorenz, 1931, AHPH obras publicas 190-221


En Barbastro la empresa “Hijos de Palá”, desde el molino de Enate, y Pablo Sánchez, a partir del “antiguo molino llamado de Fonz”, son los primeros en utilizar el “fluido eléctrico” en la zona al instalar el alumbrado eléctrico en 1891. Las líneas de alta tensión lo transportan hasta un transformador situado en las cercanías de la ciudad (4).
Más cerca, en Huerta de Vero, Mariano Lorenz Buera, labrador, nacido sobre 1867, está pensando en ampliar su negocio. En 1900 vive en la calle la Iglesia número 29. Sabe leer y escribir. Su hermano Manuel, tres años mayor, es el Alcalde. Mariano, en mayo de 1911, ya tiene el proyecto que el ingeniero industrial José Maluquer le ha diseñado para llevar la “luz eléctrica” a su pueblo, Huerta de Vero, y a los vecinos de Azara, Azlor, Castillazuelo, Peraltilla, Pozán, y el Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo. Su ambicioso proyecto tiene un presupuesto de 25.850 pesetas (5).
Mariano aprovecha la fuerza de la turbina, de 40 caballos, del molino harinero de su propiedad, para mover un alternador de 30 kilovatios (5). La corriente alterna obtenida es elevada por un transformador hasta los 3.000 voltios para su distribución mediante líneas trifásicas (de tres conductores) para reducir las pérdidas. El transformador de Castillazuelo –para todo el pueblo- tiene 4 kilovatios. La línea del Pueyo se quedará en el tintero.
El 12 de octubre de 1912 una Real Orden le otorga a Mariano la concesión solicitada y a los pocos días inicia las obras. No tenemos constancia exacta de cuando “llega la electricidad” a Castillazuelo, pero si sabemos que ese mismo año, los carruajes que vienen de Barbastro circulan todavía por un camino vecinal. Antonio Aura Boronat -el diputado “cunero”* por Barbastro- (6) lleva desde el “Plan de estudios extraordinario” aprobado “por Real Orden” en 1891, “luchando” por la carretera que “partiendo de la de Siétamo a Boltaña” (7) enlace Castillazuelo con Barbastro.
Para construir la línea eléctrica, a su paso por el término de Castillazuelo, se debe atravesar las propiedades de Mariano Almagro, Agustín Sampietro, Francisco Naya, Mariano B., Vicente Estraña y José Domper. De dos propiedades, el proyecto, cita solamente sus nombres; “José” y “Mariano” antes de llegar a las tierras de Vicente Castán, Prisco Samper y Joaquín Rondán.
Más lejos, en Seira, ese mismo año, se inician las obras de Catalana de Gas y Electricidad en el río Ésera. Y es que todos los “actores” de las “eléctricas” están relacionados, de una u otra manera.

Membrete de carta de RFC, AHPH obras publicas 215-317


Es en 1914 cuando un ambicioso abogado, cunero también, se presenta como diputado por Boltaña. Nacido en el ribagorzano pueblo de Forcat, Celso Joaniquet Pons -que es como se llama- no obtiene la esperada victoria de su candidatura. El “iluso Joaniquet, aspirante perpetuo a la diputación a Cortes” (9) está constantemente en la pluma de los liberales del Diario de Huesca. Sus rivales no le tienen demasiada estima y le dedican todo un periódico para criticarlo. Esta publicación titulada “El Desinfector” (8) está dedicada, propaganda incluida, a su persona. Pero él no es menos y también tiene su propia publicación “El Heraldo de la juventud” –de la que no he visto ningún ejemplar, por cierto-.
Vinculado por interesantísimas razones e historias al mundo de la hidroelectricidad, compra el molino de El Grado y su “concesión para transporte de energía eléctrica” a D. Jorge Sichar (10), según nos cuenta él mismo en una instancia. Y desde este molino comienza a extender redes a 3.000 voltios a los pueblos de los alrededores.
Celso Joaniquet es el propietario de “Riegos y Fuerzas del Cinca” -ambicioso nombre inspirado en Riegos y Fuerzas del Ebro-. Riegos es la empresa que gestiona el molino de El Grado y da servicio de alumbrado a Bolturina, Secastilla, Artasona, por un lado, y Naval, Coscujuela de Fantova, Costean y Cregenzan por el otro. Desde Madrid, donde tiene su bufete, preside la empresa “Fuerzas eléctricas del Ara” para dar servicio de “alumbrado y fuerza” en la zona de Boltaña. Sus tarifas son muy caras y el año 1923 cobra 3,90 pesetas por UNA bombilla (de 16 bujías) al mes (11).
En 1929, los vecinos de Pozán denuncian el mal estado de la línea del pueblo. En estos años las instalaciones y su mantenimiento son muy precarios y los cables están muy cerca del suelo con el consiguiente peligro “para personas y caballerías” y también para las labores del campo -como por ejemplo coger las olivas- por el peligro de tocar con cañas, palos o incluso con el cuerpo al subirse a un árbol.
Es también en 1929 cuando Celso Joaniquet pretende dar el salto hacia Castillazuelo e intentar llegar con una línea al Monasterio del Pueyo, entre otros lugares (el transformador que hay al lado de ro Torno de Castillazuelo tenía pintado, hasta hace poco, el nombre de Celso Joaniquet)(12). Las líneas de su proyecto pasan por pueblos donde ya existe el alumbrado, como Salas Bajas, que tiene “17 lámparas fijas destinadas al alumbrado público” por las que paga -por cada una- 1,25 pesetas a la “Sociedad Electra del Vero” (13).

Bonita caligrafía de un proyecto, AHPH obras publicas 190-221


Mariano Lorenz cambia el nombre a su empresa y pasa a llamarse “Electra Lorenz”. En 1931 inicia los trámites para dar servicio a Buera (14). El alumbrado para los particulares es muy caro –pero menos que Joaniquet- y por UNA bombilla (de 16 bujías) cobra, al mes, 2,50 pesetas. Este precio obliga a aprovechar el único punto de luz y para ello se hacen esos huecos, encima de las puertas, que se ven en algunas casas antiguas, para iluminar a los dos lados.
Es en junio del 1936 cuando Joaniquet intenta unir, mediante una línea, el molino de El Grado con el del molino de Enate (15). Comienza la guerra civil y su proyecto se queda estancado hasta que termina la contienda.

Membrete de carta de Hidroeléctrica de Huerto, AHPH obras publicas 215-314


La guerra lo destroza todo –incluidas las notarías- y allí se pierde la escritura de la venta, que en 1935, hace Mariano Lorenz junto a su hermano Manuel, de sus derechos y la propiedad de las instalaciones y líneas a Felix Lalanne. Electra Lorenz cambiará su denominación a “Hidroeléctrica de Huerta de Vero”.

Lineas de Celso Joaniquet, 1936, AHPH obras publicas 215-317

La empresa de Joaniquet “no es demasiado escrupulosa” con la normativa y no le conceden el permiso de explotación de las líneas que proyectó instalar en 1929. Pero él las ha instalado, las explota y después de numerosos requerimientos pasará la revisión el año 1942.

Castillazuelo el año 1941, AHPH obras publicas 215-314


En los años cincuenta, Eléctricas Reunidas de Zaragoza está en expansión. ERZ controla a Hidroeléctrica de Huesca (16) y también ha comprado Eléctrica de San Vicente Ferrer -en Graus- y otras pequeñas eléctricas para poder quedarse con su distribución. En 1962 Hidroeléctrica de Huesca instala desde la red de ERZ, en Pertusa, una línea para abastecer las obras que AUXINI va a realizar para construir la presa del Grado y el canal del Cinca. Sus líneas pasan junto aquellas que instaló Mariano y Joaniquet, y, poco a poco, las sustituirán. Por otro lado Cooperativa –su competidora en la zona- extiende también sus redes y más tarde Hidroeléctrica de Cataluña se encargará de ellas. Pero al margen de grandes líneas y de poderosas empresas que han cambiado la forma de vender electricidad, las pequeñas centrales -que alumbraron pueblos como Castillazuelo- se paran, una tras otra, para siempre…

Epílogo
Tristes molinos abandonados observan como las aguas de acequias y ríos pasan a su lado sin mover sus ruedas. Un afortunado día vieron llegar “la luz eléctrica” y su agonía se prolongó durante unos breves años. Ahora algunos muestran sus piezas relucientes tras su restauración, pero muchos desfallecieron en el camino; hundido su techo y enterrada su maquinaria –que tantos esfuerzos evitó a sus vecinos- sin que nadie los recuerde. Gracias a ellos la “luz” llegó a muchas pequeñas poblaciones como Castillazuelo; ahora –genética ingratitud aragonesa- “descansan en paz”.

José Antonio Cubero Guardiola

Notas:
(1) (Naval, 1996: 217).
(2) (Blázquez, 1999: 406)
(3) (López, 1861,v.2: 157).
(4) (Cubero, 2011: 8).
(5) AHPH (Archivo histórico provincial de Huesca), Obras públicas 148/55.
(6) www.congreso.es [en linea], “Diputados históricos 1812-1977”. Antonio Aura Boronat, natural de Alcoy, Alicante, fue diputado las legislaturas de 1910-1911 y 1911-1914, por Barbastro, entre otras.
(7) “Obra importante”, Diario de Huesca, 6-10-1902, p. 3.
(8) (Martínez, 1998: 135-147)
(9) “De la lucha electoral. Por los puestos, no por las ideas”, Diario de Huesca, 9-3-1915, p. 1.
(10) AHPH, Obras públicas 173/145.
(11) AHPH, Obras públicas 148/55.
(12) Estuvimos, con Pepe Noguero, intentando encontrar el nombre en la antigua caseta de transformación y no pudimos verlo, aunque su padre lo recordaba.
(13) AHPH, Obras públicas 197/242.
(14) AHPH, Obras públicas 190/221
(15) AHPH, Obras públicas 215/317.
(16) (Germán, 1990: 109)

Aclaraciones:
Cunero: Dicc. R.A.E.; “Aplicase al candidato o diputado a Cortes extraño al distrito y patrocinado por el gobierno”.

Bibliografía:
Blázquez Herrero, Carlos y Pallaruelo Campo, Severino (1999), Maestros del agua, Zaragoza, DGA.
Cubero Guardiola, José Antonio (2011), “Mariano Lacambra, un polifacético barbastrense”, El Cruzado Aragonés, Extra de Fiestas 2011, p. 7-14.
Germán Zubero, Luid (Ed.) (1990), ERZ (1910-1990) El desarrollo del sector eléctrico en Aragón, Zaragoza, IFC.
López Novoa, Saturnino (1861), Historia de la muy noble y muy leal Ciudad de Barbastro, Barcelona, Pedro Riera.
Martínez, Bizén d’o (1998), “El Desinfector”, Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, nº5, p. 135-147.
Naval Mas, Antonio (1996), Construcciones para la historia del Somontano en el Alto Aragón, Huesca. Cremallo Edición,
[Padrós, Enrique] (2003), Memoria histórica de la sociedad anónima Aguas Potables de Barbastro : 1903-2003 / Barbastro, p. 24.

Archivos:
Archivo Histórico Provincial de Huesca, Obras públicas.

Agradecimientos:
Silvia Montes y Pepe Noguero.

Este artículo fue publicado en la revista "Ro Zimbeler" de Castillazuelo, en el número 24, en enero del año 2012. (Algunas de las imágenes de este post no aparecieron en la publicación).