sábado, 7 de noviembre de 2020

Notas sobre la historia de la central de Seira (24): 1920, un año entretenido en la política española.





El pasado año 1919 un nuevo decreto establecía la jornada laboral en ocho horas, con un total de 48 horas semanales. Dicho texto reconocía 

“que existiendo industrias cuya organización integral ha de hallarse coordinada con las de sus semejantes en el extranjero, si no han de verse colocadas en condición de inferioridad y ruina y de muerte deben constituirse aquellos organismos adecuados para el estudio de los casos de excepción”. 

Han pasado los meses y ni en la ley ni en su reglamento de aplicación se han establecido normas para los casos donde no sea posible su implantación. Los calores inusuales del mes de julio en esta Corte, casi cuarenta grados, y la inestabilidad política de este gobierno que no obtiene mayorías y debe requerir de gobiernos de concentración no acaban de aclarar este logro social. Pero la presión social que están provocando las continuas huelgas parece que están logrando sus objetivos y este mes de agosto de 1920 la Gaceta de Madrid ha publicado la esperada normativa de aplicación para los casos más complejos de este nuevo horario. Es un gran logro para los trabajadores y un pequeño oasis entre las malas noticias que vienen de África, de esta guerra que está sangrando a España de sus jóvenes, como ya hiciera la de Cuba a finales del pasado siglo. No auguran nada bueno las noticias que nos llegan de allí.

Las elecciones del año pasado tendrán que repetirse, pues seguimos sin poder formar gobierno. Por la demarcación de Boltaña, a la que pertenece Seira, el diputado electo es Francisco Bastos Ansart. Este es un ingeniero aragonés residente en Barcelona y uno de los antiguos propietarios de la concesión hidroeléctrica de Puente Argoné y del Salto del Run. Socio fundador de la Sociedad Guell, Bastos y Bertran hermanos tiene como importante cliente a la Catalana de Gas y Electricidad. También dedica su tiempo a la política y sus detractores durante estas elecciones llenaron hojas y hojas en los periódicos, caldeando el ambiente político pues Bastos pertenece a la “Lliga regionalista”; el partido liderado por Francisco Cambó. El abogado Manuel Batalla Bescós, presidente de la Diputación Provincial de Huesca en estos momentos, se presenta por el partido liberal. El Diario de Huesca, de marcado sesgo liberal, apoya dicha candidatura y analiza las posibilidades de sus candidatos a la luz de las últimas elecciones en las que han salido triunfantes de la urnasal ganar nueve de las diez que habían de elegirse.

En una cabecera titulada Significación de nuestra política, el diario de Camo recuerda:

“Las bases de nuestro credo basado en el fomento y protección de la riqueza, de aprovechar todos los elementos del país y no olvidando, ni mucho menos, la difusión y propagación de la cultura, pues no desconocemos que el hombre trabaja, produce y se comporta según la cantidad de saber que su inteligencia atesora”. 

A renglón seguido valora de problema candente y críticas circunstancias la candidatura de Bastos con el nombre de regionalismo porque no es el sano y plausible regionalismo aragonés. Se antoja intensa la labor de la nominada por el periódico “candidatura anticatalanista” para atajar la labor de la candidatura “regionalista”. 

El distrito de Boltaña siempre ha desatado pasiones y atrás quedan ya las miserias de la lucha en anteriores comicios. Antes de Bastos, Luis Fatás fue el diputado de la demarcación desde las elecciones del 1910. Este médico de Sariñena, era un cunero -candidato que no pertenece a la demarcación- y liberal por más señas. Aún permanece en la memoria de los habitantes de la demarcación los enfrentamientos con el candidato Celso Joaniquet. Este no despertaba pasiones mas que de sus detractores, que llegaron a editar un periódico -El Desinfector- dedicado en su totalidad a glosar las “excelencias” del candidato. Esta publicación como cabecera y declaración de intenciones, proclamaba:

El Desinfector no se compra, ni se vende, ni hace CHANTAGE (sic), ni adula a nadie, ni recibe subvenciones de ningún bicho viviente. 

El Desinfector, Boltaña, 18 de abril de 1916

Los periódicos oscenses El Porvenir y El Diario de Huesca le dedican sendos artículos y este último termina con unas líneas contundentes:

Lo único triste es que los hombres honrados, y a causa de la ignorancia de la mayoría, tengan que descender a combatir a esos elementos, perdiendo el tiempo que necesitan para empresas más altas. Pero la realidad es la realidad, y ella impone, ya que la opinión no sabe distinguir este penoso trabajo de desinfección. ¡Y lo malo es que en cada pueblo esta haciendo falta un DESINFECTOR!.

El Desinfector, Boltaña, 10 de Junio de 1915

La campaña parece que surte efecto -aunque probablemente no hubiera sido necesaria- y el 9 de abril de 1916 se celebran las elecciones nacionales y por la demarcación de Boltaña sale elegido Luis Fatás, confirmando el dominio del partido liberal en la provincia. Celso Joaniquet candidato demócrata-independiente es objeto de mofa y escarnio tras su fracaso en El Desinfector. Como promotor de esta cabecera se encuentra, entre otros, un profesor de la localidad, seguidor de la doctrina costista, que harto de engaños y falacias de los candidatos, intenta desenmascar a Joaniquet. Pero siempre desde su particular imparcialidad, pues en sus artículos no toma partido por ningún candidato, pero tiene muy claro quien no debe representar a los habitantes de la tierra donde vive y a la que ama. Un lucha que ya comenzara Costa con su libro Oligarquía y Caciquismo, donde racionalizaba el lamentable efecto que tenía sobre el gobierno de un país la influencia de personas que, sin ningún tipo de ética ni de moral, anteponían sus intereses personales a los generales, abusando de la posición que la política, la industria y los medios de comunicación les otorgaban. Caciques y oligarcas, execrables ejemplos que marcaron -y marcan- la política en este país, impidiendo el desarrollo industrial, profesional, personal y humano de sus habitantes y tan solo engordando sus cuentas bancarias, patrimonio y su supuesta dignidad. Pero mejor que las palabras del ilustre, y nunca suficientemente reconocido estadista montisonense, Joaquín Costa nos ilumine sobre su visión de estas personas y su relación con nuestra escasamente valorada Patria:

Para ellos no había expirado ni estaba expirando, como para nosotros, la Patria, porque la Patria, en su pensamiento, más o menos consciente, se reduce a un pedestal, a una vaca lechera y a un tema de retórica para exornar -adornar- discursos.

Celso Joaniquet Pons en 1912.

Afortunadamente el pensamiento general de la población y de los industriales no se reducía meramente a una especulación económica. También el desarrollo, el crecimiento y, por supuesto, el beneficio industrial, era uno de sus pensamientos e ideales. Una herencia, fruto de su trabajo, para los que vengan después. Una historia empresarial de la que estar orgullosos, que permita generar trabajo y riqueza para la Patria. En esta línea, el año 1920, un grupo de importantes empresarios barceloneses hartos de pagar los abusivos precios de la electricidad de las tarifas de la compañía Riegos y Fuerzas del Ebro -casi un monopolio en la distribución eléctrica- se están planteando constituir una cooperativa eléctrica en Barcelona. En esta nueva iniciativa los participantes aportan para formar el capital social las concesiones eléctricas y participaciones de empresas de su propiedad y se está barajando una importante cartera industrial. Por otro lado Catalana de Gas y Electricidad no pasa por sus mejores momentos por el fuerte endeudamiento que han provocado los problemas y retrasos de la obra de la central de Seira, entre otras cuestiones. En pocos meses se conocerá el desenlace de esta iniciativa.

Para los que quieran conocer más sobre las ideas de Joaquín Costa un texto recomendable es el Ideario recopilado por el periodista aragonés José García Mercadal y se puede localizar fácilmente en la Biblioteca Virtual de Aragón en este enlace:


Para las obras de Costa es posible encontrarlas en formato digital en la Fundación Giménez Abad en este enlace:


Este artículo se publicó en el número 25 de la revista "Els Tres Llugarons", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en el verano de 2020

Notas sobre la historia de la central de Seira (23): Puente Argoné, una central singular.





La central de Puente Argoné tenía una peculiaridad constructiva, desconocida para muchos, pues su tubería de presión estaba fabricada en madera. En España no era habitual el uso de la madera en las conducciones de agua y menos para tuberías sometidas a presión, pero al otro lado del charco, en Estados Unidos, donde existen unos inmensos bosques de madera de calidad, su uso era muy frecuente, tanto para el transporte de agua como en la construcción de puentes, canales, viviendas y tuberías para centrales.

La compañía americana Continental Pipe Manufacturing, constructora de dicha tubería, era una empresa especializada en la construcción de esta clase de conductos. Tenía su sede en Seattle, en el estado de Washington. En sus bosques y en el cercano Oregón hay árboles de una variedad éndemica que es el Douglas Fir, denominación americana del Washington Fir o Pino de Oregón. Continental Pipe utilizaba esta madera para construir sus tuberías. Estos árboles pueden llegar a los 380 pies (115 metros) y diámetros de 15 pies (4,5 metros), aunque la empresa utilizaba habitualmente árboles de 200 pies (61 metros) y 5 pies (1,5 metros) de diámetro para construir sus tuberías.

Las conducciones de Continental Pipe, según el fabricante, tenían una alta eficiencia y una rugosidad muy pequeña, que disminuía el rozamiento en relación con otros tipos de tuberías. También eran resistentes al fuego -mientras las tuberías estaban llenas de agua- y también al hielo pues la madera servía de aislante del fluido que circulaba en su interior. Fabricaban diámetros desde las dos pulgadas (cinco centímetros) hasta las 240 pulgadas (6 metros). Para Puente Argoné fabricaron una tubería de 1.200 mm de diámetro.



La central tenía otra peculiaridad, que se ha comentado habitualmente entre los trabajadores más veteranos de Seira, y es el alternador de 9000 kVA de potencia aparente; inicialmente estaba destinado a ser el número 3 de la central de Seira. Como este alternador carecía de excitación se colocó una dinamo de 35 kW movida por una correa desde el eje por el lado opuesto al acoplamiento.



Imagen de los árboles utilizados para la construcción de tuberías por la Continental Pipe (Imagen del catálogo de la empresa número 18 del año 1923)

Un primer proyecto del fabricante de la turbina Piccard, Pictet y Cía de Ginebra, contemplaba la instalación de dos turbinas en el mismo eje para obtener la potencia de 10.000 HP. La principal tenía un gasto de 8600 litros de agua por segundo y producía 4.250 caballos con un rodete doble tipo Massaboden, con la salida de agua por ambos lados de la turbina. La turbina secundaria era del mismo tipo pero de rodete simple y aprovechaban una turbina diseñada para un salto más grande pero que con los 45 m de Puente Argoné producía 3.300 caballos de fuerza con un gasto de 6.800 litros de agua por segundo. Este tándem alcanzaba una potencia aproximada a los 10.600 caballos de las turbinas de Seira, que eran los necesarios para un correcto rendimiento de dicho alternador. Pero al final optaron por instalar solamente la turbina principal, lo que confirmaba la temporalidad de la instalación del generador, pues esta era demasiado pequeña para obtener un rendimiento adecuado del mismo y este, además, debía instalarse en su ubicación definitiva. 

Esta turbina estaba gobernada por un regulador a presión de aceite, para mantener estables sus revoluciones. Una correa transmitía a un péndulo mecánico, pieza fundamental del mismo, las revoluciones a las que giraba la turbina para poder regular la velocidad y en caso de sobrevelocidad, cerrar el distribuidor. Un orificio compensador (coloquialmente denominado válvula de descarga) evitaba las posibles sobrepresiones por cierres rápidos del distribuidor y para proteger, la turbina y la tubería, en caso de un disparo intempestivo o de una avería del regulador de turbina. 

Imagen de una tubería de madera similar a la de Puente Argoné en Ogden Canyon, Weber County, UT. Library of Congress (www.loc.gov)

El año 1923 ya aparece en la documentación una modificación realizada para optimizar la instalación, pues se sustituyó el alternador por uno nuevo de la marca General Electric. Este, de 7.000 kVA de potencia aparente, giraba a 500 revoluciones por minuto y, por tanto, para la frecuencia de este país que es 50 Hz (hercios), tenía 12 polos -ó 6 pares-. Su tensión de funcionamiento era de 6 kV (6.000 voltios) entre fases (tensión compuesta) y los cables de los devanados, nada más salir de las bornas del mismo, se conectaban a unas voluminosas inductancias para protegerlo de sobretensiones. A continuación una serie de transformadores de tensión e intensidad permitían visualizar los parámetros de funcionamiento, contar los kilovatios producidos y alimentar las protecciones eléctricas de la central (estas se encargan de abrir el interruptor y avisar al operador para que pare la central en caso de un malfuncionamiento de la misma). Un transformador de “servicios auxiliares” de 50 kVA alimentaba el alumbrado, la fuerza de la central y la grúa del exterior que estaba preparada para levantar 20 toneladas. 

El año 1924, según un plano de la época, se añadió un interruptor BBC (Brown Boveri & Cie) con un equipo sincronizador para poder acoplar a la red y también se instalaron un juego doble de barras. Como se tenía que dar suministro eléctrico a las obras de la central auxiliar de Campo, se construyó una línea trifásica a 6000 voltios desde la central y para protegerla se colocó un nuevo interruptor marca Oerlikon. 

Imagen de una tubería de madera similar a la de Puente Argoné en Ogden Canyon, Weber County, UT. Library of Congress (www.loc.gov)

En la salida de la línea principal, para evacuar la energía producida, se instaló una protección “basta”, con dos juegos de descargadores, unos denominados de “chorro de agua” (en los que la salida de los descargadores se pasaba por un chorro de agua y, según los fabricantes, aumentaba su efectividad) y otros electrolíticos, pues en aquellos momentos la efectividad general de aquellos aparellajes no era muy alta. Entre ambos, otras bobinas de self completaban la protección contra las tormentas, frenando las sobretensiones. 

Una línea de más de cuatro kilómetros, y grueso calibre, conectaba Puente Argoné con la central de Seira. A su llegada unos descargadores “de cuernos” (denominados así por su parecido con un cuerno) más otros descargadores de “chorro de agua” y entre ambos las bobinas de self para proteger de los mismos meteoros el otro extremo de la línea y evitar que las sobretensiones entraran en la instalación de la central, donde se conectaba a sus barras como un grupo más.

La línea de 6 kV a Seira era demasiado larga para la potencia de la central, pues tenía muchas pérdidas. Sobre el año 1931, para solucionar este problema, se instaló un transformador en el exterior de la central para elevar la tensión de salida de la misma a 110.000 voltios y así poder conectarla a la línea de Seira-Argoné. En algunas imágenes podemos ver el nuevo poste que sirvió para cruzar el rio y conectarse a la línea. También se aprecia un seccionador pero el transformador de la marca BBC (Brown Boveri & Cie) de 10.000 kVA, no aparece en ninguna de las imágenes y debió instalarse, probablemente, junto a este. 



En 1948 se puso en servicio el grupo 1 de la central de Argoné. Para llevar el agua hasta su cámara se extiendió el canal de Puente Argoné. En 1954 entró en funcionamiento el segundo grupo. En algunas de las antiguas bandejas de cables encontramos madera de la tubería de Puente Argoné. Esta todavía conserva las marcas de los zarcillos de la tubería, de sus tensores y un fuerte olor a cresota. Son muchas las construcciones de la colonia en las que se reutilizaron las barras de metal de los zarcillos, aunque, probablemente, sean más perceptibles los railes, utilizados para barandillas, de las vías Decauville utilizadas durante las obras. 

La central de Puente Argoné dejó de utilizarse con la entrada en servicio del segundo grupo de Argoné, pues el gasto de agua de esta central impedía una explotación conjunta de dichas centrales.

Han pasado bastantes años ya desde su desmantelamiento, pero todavía podemos ver, junto al puente que le dio nombre, los restos de aquella instalación. Una oxidada escalera da acceso a la salida de turbinas y allí el cemento, como en todas las obras realizadas en aquellas fechas, está en un estado impecable. El vertedero, serpenteante, con sus paredes escalonadas, fue el centro de las imágenes más icónicas de la central. Todavía conserva sus paredes en buen estado y sigue, tan solo oculto por algún árbol, visible desde la carretera, si nos fijamos un poco. 

Inmutables al paso del tiempo, permanecen en las soleras y en las “camas” de las tuberías las marcas de los zarcillos de la tubería y algún resto de la madera de pino de Oregón que queda todavía visible para satisfacción de los más osados visitantes de esta pequeña muestra de nuestro olvidado patrimonio industrial.

Este artículo se publicó en el número 24 de la revista "Els Tres Llugarons", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en el invierno de 2019

Notas sobre la historia de la central de Seira (22): 1919, Puente Argoné.



El otoño de 1918 ha sido duro. La segunda oleada de la mal llamada “gripe española” ha golpeado fuertemente a los habitantes del Altoaragón. El invierno de 1919 o -quizás la intensidad de la tercera oleada de gripe- ha provocado un bajón del número de trabajadores en las obras. En la memoria de todos está la puesta en marcha de la central de Seira el año 1918 y su importancia, pero se ha cerrado una etapa. Todo ha cambiado a partir de este momento, el punto de mira es ahora Puente Argoné, la subestación de Perarrua y la central de Gradiello. Tan importante ha sido el cambio, que las fotografías que documentan las obras han comenzado una nueva colección. En esta la construcción en Seira pasa a un segundo plano y nos muestra los problemas que surgen en las instalaciones y averías que surgen en la explotación. Por poner un ejemplo, la turbina Escher Wyss número 5477 -la turbina 2 coloquialmente- ha tenido un problema en su cámara espiral y el agua sale, de manera muy preocupante, por una grieta en la fundición. 

Otras imágenes de la nueva colección nos muestran el buen ritmo de las obras de la central de Puente Argoné a mediados de febrero de 1919. En el edificio principal el muro del lado de la montaña ya está terminado. Los fundamentos de la turbina son unos agujeros indefinidos, pero el túnel de salida de aguas ya está acabado. Sobre sus muros se han instalado unos aéreos andamios sobre los que se está construyendo la pared del lado del río. En la salida de turbinas se ha instalado una bomba para agotar el agua de las filtraciones. Un gran número de obreros en lo más alto del andamio ha terminado los cabeceros de las 10 ventanas que tendrá el edificio. Esta construcción, en general, no tiene la solidez de la central de Seira. Parece que se construya pensando en la inmediatez y la economía, como si no fuera a perdurar en el tiempo. Confirmando esta percepción en el título de una imagen aparece descrita como la “central provisional en construcción”. 


El pasado día dos de septiembre, el Gobernador Civil confirmó oficialmente, el cambio de titularidad de la de la concesión de Jules Daisson, aguas abajo del salto de Puente Argoné. CGE había adquirido dicha concesión pero hasta que no estuviera oficialmente reconocida no podía contarla como suya, ahora la empresa ya piensa en conjunto y la central de Puente Argoné es el aprovechamiento temporal para aprovechar la concesión que ya tenía hasta que se pueda plantear y desarrollar el salto completo de Argoné que incluirá el nuevo tramo de concesión. Esta, que llevaba bastantes años en manos de diferentes titulares franceses, interrumpía el conjunto de concesiones de CGE aguas arriba y abajo, y su adquisición supone un importante avance para la viabilidad económica de todos los saltos.

Pero estos trámites y decisiones parecen no alterar la gran actividad que hay en las obras del canal. En algunos tramos ya se está recubriendo el mismo con el acabado final. Un poco más adelante los encofrados avanzan inexorablemente y ya podemos adivinar su forma definitiva en forma de trapecio invertido.

En el Barranco de San Nicolau se amontonan las vías Decauville y hay un importante transito de vagonetas. En el lado de Seira un gran número de hombres armados de picos y palas, construyen terrazas para ir ganando terreno a la montaña. En el otro, el comienzo de una galería en lo alto marca el destino de los obreros que se afanan en remover y cargar la tierra de la excavación. 

En el canal hay gran actividad de carros tirados por mulas y caballerías que apoyan el trasiego de las vagonetas que, cargadas de áridos, abastecen los tajos. Junto a un acceso al canal se amontonan, en gran número, las piedras que servirán para la estructura del canal.

A comienzos de marzo el puente que da nombre a la central ha quedado totalmente reconstruido y está irreconocible. Se han quitado dos pequeños arcos que restaban fuerza en el lado derecho y se han ensanchado la huella del puente en ambas orillas. Ambos estribos estaban muy descompuestos y en el lado izquierdo la vegetación campaba a sus anchas ocultando el mal estado general de la construcción. 

En Seira, el muro del azud para derivar las aguas del río ya se eleva varios metros sobre el río y una ciclópea escalera da acceso a lo más alto del mismo. A pocos metros, canal abajo, una brigada ha terminado la bóveda del primer túnel y posa sonriente orgullosos de su magnífico trabajo. En la central los muros ya están terminados y se están colocando grandes “tijeras” de madera para soportar el tejado. Los gremios se solapan y por un lado los carpinteros colocan las maderas para instalar las tejas y por el otro, los albañiles, están lavando la pared. Un mosaico de placas multicolores comienza por un extremo a cubrir el tejado.

En San Nicolau se está construyendo, con grandes andamios y vigas de acero, un puente entre ambos lados del barranco, para poder transportar los materiales, aguas abajo, pues el otro lado es inaccesible por la orografía del terreno. 



Unos kilómetros más abajo, en las Ventas de Santa Lucía, se ha ubicado una subestación donde se conectará la línea de alta tensión que viene de Seira. Las obras están muy avanzadas y el edificio ya tiene todos sus muros levantados. Es una construcción muy robusta y los muros son mucho más gruesos que en Puente Argoné. Las paredes exteriores están realizadas en piedra, como en Seira, pero toda la estructura se ha hecho con hormigón armado. Las tijeras son de acero roblonado y recuerdan a las instaladas en la ETP de Seira por su solidez. Para colocarlas se ha construido una torre de madera y a esta se suben los operarios sin ningún tipo de medida de seguridad, armados de un serrucho, sus zapatillas de esparto, la boina y mucho desparpajo. 

Se han dejado en el muro unos orificios para pasar los conductores de la línea de alta tensión. Su construcción es idéntica a los construidos en Seira. Esta subestación albergará en su interior los transformadores que permitirán conectar la línea del Cinca a 66.000 Voltios con la línea de Seira que temporalmente funciona a esa tensión hasta que pueda elevarse a la definitiva de 110.000 Voltios, para transportarla a Barcelona. También en su interior estará, protegido de las inclemencias meteorológicas, el aparellaje de protección de dichos transformadores y de las líneas de transporte. El edificio se levanta imponente en medio de los campos cultivados y las pequeñas casetas de los alrededores aun resaltan más su tamaño. Desde su gran tejado se domina el Valle del Ésera y la soledad de la línea de alta tensión camino de Seira.



En Puente Argoné se preparan los fundamentos para instalar la turbina de la Casa Piccard, Picket y Cie de Ginebra. El salto de 45 metros de desnivel y 8,5 m3/s de caudal, producirá 4.250 caballos de vapor. Para transportar el agua desde la cámara de agua -o depósito regulador- se ha elegido una tubería de la casa americana Continental Pipe Manufacturing, que tiene la peculiaridad de ser de madera. Está formada por piezas ensambladas y rodeadas por unos anillos metálicos que le permiten soportar la presión del agua. Parece ser que se instalará el alternador número 3 de Seira mientras no sea necesario su servicio y así no será necesario adquirir uno, dada la temporalidad de la instalación. Para evacuar la producción de la central se ha pensado instalar una línea a 6.000 V que permitirá enviar la energía hasta la central de Seira y allí elevarla hasta los 66.000 V de la línea y así poder juntar esta potencia con la generada por la central. 

Entre tanto, una brigada ha comenzado a realizar los sondeos en el río para la ubicación del cerramiento de Gradiello. Han hincado unos fuertes caballetes sobre el lecho y sobre estos unas vigas de hierro sirven de base para el equipo de perforación. 

Este artículo se publicó en el número 23 de la revista "Els Tres Llugarons", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en el verano de 2019


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Notas sobre la historia de la central de Seira (21): 1918, un nuevo proyecto a la vista



Tras la puesta en marcha de la central de Seira, el mes de agosto, la actividad en el Servicio Hidroeléctrico de Catalana de Gas y Electricidad (CGE) no cesa. Pese al éxito de las pruebas iniciales, los problemas en las turbinas y otros equipos del aparellaje eléctrico obligarán a continuas paradas y cambios. El 11 de noviembre se firma el armisticio entre los países que han intervenido en la Gran Guerra, pero este hecho pasa totalmente desapercibido, pese a los problemas que el conflicto ha provocado en el desarrollo de las obras. 

Desde el comienzo del mes de noviembre, en Seira, son ajenos a las noticias externas, pues están reparando los daños que provocó la explosión del interruptor de 6000 V tipo Maier que alimenta el transformador Oerlikon. Los daños son importantes, el aceite inflamado afectó a otros interruptores y también a unos cables cercanos, inutilizándolos y dejando la central fuera de servicio. 

El día 17, después de importantes reparaciones, se procede a la puesta en marcha de la central. Se han cambiado cableados y se tiene que probar el sentido de giro de los alternadores, excitando los mismos lentamente para verificar su correcto funcionamiento. Una tormenta inutiliza la línea e impide la producción de energía e imposibilita las pruebas del resto de equipos. 

La central está conectada a la Central térmica de San Adrián mediante una línea diseñada para 125.000 voltios que, temporalmente, funciona a 60.000 voltios. San Adrián se puso en servicio en abril del pasado año y la construyó CGE en una parcela de 300.000 m2 que adquirió el año 1913. Está en la derecha orográfica del río Besos y, en la otra orilla, se encuentra la central de la competencia -Energía Eléctrica de Cataluña- también en el término de San Adrián del Besós. 

La central térmica sirve de respaldo a la central de Seira y esta se acopla, normalmente, en paralelo. En Seira se ha terminado el montaje de los grupos 1 y y 2, dejando la instalación del número tres, de momento, pues no hay caudal para todos. Se alternan las pruebas y el funcionamiento entre ellos, pero cuando no hay problemas en uno, es el otro el que los da. 




Los problemas en los transformadores obligan a los montadores de Oerlikon a continuos viajes. El transformador dos se ha comunicado y tendrá que desmontarlo. El montador Kuntz de Oerlikon está modificando los cojinetes de los alternadores pues se sale el aceite por el eje y ha instalado unas estopadas para corregirlo. En todo lo que queda de año, la potencia de la central no pasará de 4.000 kW, salvo pruebas.

Entre todas estas dificultades, el Jefe del Servicio Hidroeléctrico, Diego Mayoral, no desiste en la intención de elevar la tensión de la línea hasta los 125.000 proyectados -que debía ser el record europeo en aquellos momentos- y el día 17 de noviembre se hacen pruebas a esa tensión con el montador Sturgenegger . 

Mayoral y el Servicio Hidroeléctrico han emprendido la construcción de la central de Puente Argoné que, aguas abajo de Seira, es el siguiente salto proyectado por CGE para rentabilizar la línea de alta tensión. En mayo el número de trabajadores alcanzó su máximo -2026- y paulatinamente ha reducido su número. Desde agosto, una vez terminados los trabajos de construcción en la central de Seira, todos los esfuerzos se han concentrado en las obras de Puente Argoné, comenzando las excavaciones del canal y la perforación de los túneles, entre otras actividades.

El trazado del canal debe sortear dos dificultades importantes, la primera es el barranco de la Aigueta de Barbaruens, en el que se construye un acueducto. Para salvar la segunda, el Barranco de San Nicolau, se excavará una trinchera para construir en su interior un sifón. Además de estos obstáculos, se añade otro, ya que el terreno por el que discurre el canal es muy malo, son todo materiales sueltos, y les obliga, en bastantes tramos del mismo, a construir un falso túnel. Esta parte del canal tendrá sección cuadrada. Afortunadamente no todo son inconvenientes, pues el gran contenido de arena de los materiales removidos permite hacer acopio de esta para utilizarla como árido. Se suceden los artesanales cedazos de madera para ir seleccionando los diferentes gruesos. 

Todos los movimientos de tierra se hacen manualmente. Los obreros armados de picos y palas realizan la excavación y lo extraído es cargado en carretillos de madera con una rueda metálica. A poca distancia se cargan en vagonetas de madera que se desplazan por raíles desmontables tipo Decauville. De vez en cuando aparecen grandes "bolos" de granito que son cargados en unas vagonetas sin laterales para facilitar la tarea. Las mulas arrastran fuera de la excavación pequeños convoyes de vagonetas y ayudan en los trabajos más duros a los trabajadores.

Estas mismas vagonetas, una vez terminada la excavación, se utilizan para transportar las piedras que forman los laterales del canal y que poco a poco van recubriendo los taludes. En las partes del canal que no se recubrirán la sección del mismo es trapezoidal. En esta zona se ha dejado un ensanche para recoger los áridos que arrastre el agua en la explotación. Se le denomina como arenero de San Nicolau por estar cerca del barranco del mismo nombre.





A la hora de la comida, en el mismo tajo, los obreros sacan su capazo y sentados en las mismas vías o en los laterales de las trincheras, apuran el tocino y el pan, ayudados por una generosa bota de vino. Luego un pitillo liado meticulosamente con papel de arroz y encendido con el mechero de yesca, completa la necesaria parada.

Según va avanzando la excavación, las tuberías de aire, para los martillos picadores de los túneles, se instalan en los laterales de la trinchera. Las conducciones atraviesan el Barranco de la Aigueta por una precaria estructura de maderas que no tiene nada que envidiar al paso que se ha construido para las personas. A comienzos de noviembre ya se ha terminado el arco del primer vano del acueducto y las cimbras del segundo están instaladas para comenzarlo. Dos magníficas grúas Derrick abastecen a los trabajadores de materiales y han permitido construir el arco del segundo vano en una semana. El frío está llegando, la Sierra de Chía se ha pintado de blanco y el agua del barranco, que ha reducido mucho su caudal, ya pasa por el primero de los arcos. Las cimbras se trasladan al tercero -y último- de los arcos que se construirá en un plazo idéntico. 



Para acoger a los obreros, en una explanada junto al solar donde se construirá la central, se han levantado tres edificios de obra. También hay dos nuevas construcciones de madera. Se han instalado varios tramos de vía tipo Decauville para facilitar la excavación del solar de la central. El puente que da nombre a la misma está bastante deteriorado y requerirá de una consolidación importante pues el único acceso a la central. La primera parte de la excavación ha dejado al descubierto un gran paño de roca.

Los grandes robles que jalonan el trazado del canal van cambiando su color, el invierno llega. En noviembre se contabilizan 91 trabajadores en nómina y en diciembre tan sólo 41. La obras se reducen a la mínima expresión a la espera del buen tiempo. 

Este artículo se publicó en el número 22 de la revista "Els Tres Llugarons", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en el invierno de 2018.