viernes, 25 de diciembre de 2009

Notas sobre la historia de la central hidroeléctrica de Seira, Huesca (3)







"La importancia de los pequeños detalles

Vicente, un anónimo trabajador de las obras de la central, no se hubiera podido imaginar que sus notas manuscritas a su novia Adelaida, en una postal, explicando la ubicación de todos los puntos de su interés, llegarían a servir para descubrir el uso de algunos edificios.

Aquel invierno de 1914, “nevando copiosamente” según las propias palabras de Vicente, nos muestra en sus notas, las actividades que iba realizando: “la iglesia que pintamos”, “el mesón donde pasamos algunos ratos”, o “el café donde vamos los domingos”. Es una sencilla y descriptiva enumeración de actividades humanas: donde vivo, donde duermo, donde como y donde trabajo.



Tengo que agradecer a Feliu Izard, amigo, coleccionista y gran conocedor de las postales de Catalana, la amabilidad de prestarme estas postales para poder compartirlas en este relato. Él también es, como yo, un enamorado de las obras hidráulicas.

Hay multitud de edificios que se levantaron durante las obras, y luego fueron derruidos o desmontados. El invernadero, por ejemplo, pasó a ser el laboratorio que durante años estuvo en el interior de la Subestación. De alguno de ellos conocemos su utilidad, pero de muchos otros no. Esta imagen nos permite darle a algunos lugares nombre y utilidad.

Es muy difícil, hoy, encontrar alguna persona que, por su edad, pueda ayudarnos a reconocer o darnos pistas sobre algunas incógnitas que nos surgen sobre semejante obra; los nombres de las personas que aparecen en las postales, las utilidades de ciertos aparatos. Es una ardua labor que, muy de vez en cuando, se ve recompensada con hallazgos como éste y el que os voy a contar a continuación.

María Pilar Jiménez

Hay personas que, por su carácter, su personalidad, e incluso por su inteligencia, irradian una energía que, unida a su fino sentido del humor, convierte los grandes problemas personales y físicos en algo intranscendente y banal; estoy hablando de María Pilar Jiménez. La hija de D. Federico, a sus 89 años, tiene una cabeza perfectamente lúcida y una memoria que muchos quisiéramos tener.

Las dificultades para encontrar a la familia de D. Federico Jiménez del Hierro, tras años de búsqueda, tuvieron un final inesperado y agradable al encontrar a su hija María Pilar. Rafael, hijo de María del Carmen y nieto de D. Federico, me puso en contacto con ella. Hubiera querido marchar, con lo puesto, rumbo a La Granja, donde estaba pasando el verano, para poder conocerla. Al final no pude ir por cuestiones de trabajo y, por teléfono, hablé con ella. Me pareció algo difícilmente explicable pero maravilloso.

Rafael me comentó que ella nació en Monzón y me quedé de piedra. ¿En Monzón? Ella con sus padres estuvo viviendo allí, en la casa que viviera Joaquín Costa, al terminar las obras de Seira. Sin pensarlo cogí la cámara y me dirigí a la iglesia para intentar conseguir su partida de nacimiento y allí, mirando en el año 1920, encontré sus orígenes: "una niña, nacida, según dijeron, a las cuatro cuarenta y cinco del día tres de los corrientes, a quien puse los nombres de María del Pilar y de la Cruz, hija legítima de D. Federico Jiménez del Hierro".

Un lluvioso día de septiembre tuve la oportunidad de conocerla en su casa de Madrid y, allí, bajo los tristes ojos de su perrita que he olvidado como se llama, estuve compartiendo con ella momentos de una vida intensa y plagada de recuerdos.

[ 20100121, La hija de María Pilar, Pilar, me dijo el nombre de la perrita: Nuska ]

Sus vacaciones - de seis meses - en Seira, donde su padre tenía el derecho de "conservación". Luego en Huesca, en el Pantano de Belsué, donde su padre era el Ingeniero Jefe, paseando en barca con sus hermanas por aquellas tranquilas aguas. "Me críe como una cabra", me decía divertida, hablando de sus estancias en aquella solitaria casa. Cuando nos despedimos, tras haber hablado con ella más de dos horas, escribí: “Salgo a la calle y la lluvia cae fina sobre mi cabeza, pero no me mojo, estoy en un sueño. He retrocedido noventa años en la historia, es increíble. Gracias Pilar”.

[ Mientras estaba editando este artículo hablé por teléfono con Pilar y me dijo; “ se ha muerto mi perrita”. Aquella mirada perdida escondía la tristeza de quien intuye el final y, tras más de 11 años haciéndole compañía, sabe que va a abandonarla. ][*]

Pilar, con su memoria, recordaba el nombre de la esposa de Diego Mayoral; Carmen. Las dos esposas, de los dos ingenieros, se llamaban igual y dieron el nombre y la advocación de la iglesia. Con sus hijas jugaba Pilar en aquellos interminables veranos en Seira, hospedados en su casa, en “el chalet de Don Federico”, lo que es, actualmente, el Albergue Ventamillo.



Inauguración de la nueva iglesia en Seira

Para cubrir las necesidades religiosas, Catalana de Gas y Electricidad edificó la iglesia, bajo la advocación de la Virgen del Carmen, y el 16 de julio de 1915 se desplazó el “Ilmo. Obispo de Barbastro Dr. Badia” para inaugurarla oficialmente con ocasión de las fiestas. Seira lo recibió con toda la Colonia y el Centro engalanado con flores, orlas y carteles. Una procesión con la virgen, desde el chalet de Don Federico - presidida por el Obispo - por las calles, terminando en la nueva iglesia. Allí celebró misa el Canónigo y Secretario del Obispado, Juan Castellá, siendo padrino Diego Mayoral, Ingeniero Jefe de CGE y madrinas, la esposa de éste, Carmen y la esposa de D. Federico Jiménez, Carmen González de Jiménez. De esta inauguración se hizo eco la revista religiosa “La Hormiga de oro”, que en sus páginas nos relata, adornada de algunas imágenes, este importante evento.



Para poner el toque musical estuvo la Banda de Música de Tamarite y " se disparó un castillo de fuegos artificiales". El Ribagorzano de Graus, habla de las "brillantes fiestas religiosas y profanas que han producido la alegría y animación de aquellos pintorescos contornos" y enumera los actos celebrados en ellas: "conciertos, corridas de sacos, cucañas, rondallas, fuegos artificiales y otros espectáculos variados y amenos".


El Círculo Instructivo y Recreativo

Para entretener los ánimos de los obreros y de todo el personal, se hizo - en tiempo récord - un edificio para el ocio; el actual Centro Recreativo de Seira. Según las imágenes, las 32 personas, que se pueden contar en la fotografía, hicieron el milagro de construir el edificio en… ¡nueve días!, incluido el tejado que es, sencillamente, perfecto. La cantidad de obreros en las obras, alrededor de dos mil, según algunas fuentes, y el suministro de materiales - básico para llevar un ritmo continuado -; piedras, madera, y cal, entre otros, permitía un avance espectacular de las obras. En algunas fotografías, sobre todo en las obras del canal, se pueden contar más de cincuenta personas trabajando al mismo tiempo, sin tener en cuenta los animales, vagonetas y elementos auxiliares.



Se instaló una máquina de cine y desde la central, mediante cables, se traía la corriente continua que alimentaba la lámpara de arco voltaico. “Por cinco céntimos te daban una gaseosa de aquellas de bolita, que se metía una bolita para adentro, y ponían películas de Charlot”, recordaba Pilar de aquellas tardes de su infancia en el Círculo.

El edificio del Círculo Instructivo y Recreativo, CIR, albergaba en su sótano el horno de pan. Las escasas infraestructuras de la zona se quedaron pequeñas ante semejante avalancha de obreros. Años después de terminar las obras, en aquel lugar, Jesús Guillén puso la “fábrica” de gaseosas y sifones que llevaba su nombre.

La Serrería, el taller de ferralla, la fábrica de ladrillos y la de tejas

Para manipular toda la madera, empleada en andamios, vigas y túneles, se instaló una serrería. En la fotografía del taller de ferralla, cercano a la misma, además de los medios de trabajo para manipularla, podemos ver la vestimenta típica con el calzón de la época y abarcas, que algunas personas de las obras utilizaban.



No se disponía de fábricas de ladrillos ni de tejas en muchos kilómetros y en la misma explanada se instaló, bajo un sencillo tejado, una máquina para fabricarlos. Las tejas también se fabricaron en Seira, en algún lugar desconocido. En la imagen podemos ver a dos operarios en el proceso de prensado, y a su lado, en la derecha, las terminadas.



Imagen gentileza de María Pilar Jiménez / Javier Mateos

Agradecimientos


Desde aquí quiero aprovechar para agradecer la ayuda y colaboración que me han proporcionado muchas personas, que por espacio no puedo enumerar. A todas ellas, gracias.

Para todos aquellos que no puedan seguir los artículos se ha creado un blog donde aparecen todos ellos acompañados de más información sobre el tema: seirapowerplant.blogspot.com

Si en alguna de las imágenes publicadas en cualquiera de los artículos, reconocieran a alguien o supieran de alguna historia relacionada con estas épocas y personas, agradecería su colaboración. Pueden ponerse en contacto con la revista o conmigo directamente, a través de mi correo electrónico: josan.1966@terra.es Gracias.


Continuará

José Antonio Cubero Guardiola
"

Este artículo se publicó en el número 4 de la revista " Els tres llugaróns ", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en diciembre de 2009.

[*] 20100119 Este fragmento no lo puse en el artículo pero hoy hablando con Pilar, se lo he leído y me ha dicho que lo pusiera.

lunes, 5 de octubre de 2009

Las imágenes de la central de Seira / La web del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y la Rioja




( Alternador número 1 )

La rutina nos impide, muchas veces, valorar lugares, paisajes e incluso nuestro lugar de trabajo. El tiempo, una visión diferente, o la falta de esas sensaciones nos recuerda esos rincones que tantas veces hemos recorrido y vistos así nos parecen hasta interesantes.


( Interruptores BBC de 110 kV de gran volumen de aceite )

Los fotógrafos suelen tener una visión peculiar a través de sus cámaras y, algunos elegidos, tienen la habilidad de mostrarnos lo normal como algo especial y poner en valor esos rincones que nadie había mostrado.

( Tubería para alimentar los grupos auxiliares )

Hace unos años hubo una visita en la Central de Seira del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y la Rioja y un tiempo después apareció una decoración nueva en su página web. Como intentaba explicar antes, el punto de vista bajo el que podemos ver la Central de Seira es, a mí opinión, muy interesante y merece la pena visitar la web para poder ver esas imágenes.

( Interruptores de baja tensión para acoplar los alternadores de los grupos auxiliares )

Algunos rincones que muestran son sorprendentemente coloristas y, vistos bajo su objetivo, ganan en vida e interés. He puesto las que más me gustan - si las marcamos con el ratón se agrandan - pero no están fijas en una página en concreto, van cambiando según navegas, por eso he puesto el enlace del colegio y paseando entre sus páginas podremos verlas.

( Cuadro de herramientas de las turbinas Escher Wyss, Zurich )

Un título nos permite reconocer los diferentes elementos y, en algunos, valorar su singularidad.

También existe una galería de fotos donde podremos ver la central el día de la visita. ( actualmente ese enlace no funciona )

martes, 1 de septiembre de 2009

La colección de postales de Catalana de Gas y Electricidad y la Fundación Hospital de Benasque





La Fundación Hospital de Benasque ha abierto recientemente una web muy trabajada, y llena de contenidos interesantes. Esta web, en primer lugar, informa de todas las características de las misma, intenciones, componentes, etc. Luego nos muestra, en una cuidada presentación, los fondos que han ido recopilando en el tiempo que lleva funcionando. Es digno de admiración todo el trabajo realizado para digitalizar este gran volumen de información e imágenes. Allí podemos encontrar el resultado de una laboriosa tarea de recopilación en archivos y colecciones privadas sobre el Hospital de Benasque y su zona.

Entre semejante cantidad de información tenemos - en el apartado fondos / postales / autores españoles / Catalana de Gas - la colección de Catalana de Gas y Electricidad. Allí podemos disfrutar - gracias al trabajo de Jorge Mayoral - de todas las imágenes disponibles, en todas las ediciones, de las postales de dicha colección. Reseñar que junto a la colección del Hospital han colaborado varios coleccionistas particulares para completarla.

Según la clasificación de Feliu Izard - uno de los coleccionistas colaboradores - , existe una serie " 1 s/n", la " 2 ", y la " 1ª bis", para las postales entre la 1 y la 50.



La serie " 1 s/n ", las imágenes llenan la postal y tienen en rojo encima de la imágen, primero
"CATALANA DE GAS Y ELECTRICIDAD, S.A.", OBRAS DEL SALTO DE EL RUN ( PROV. HUESCA ) y luego el título, es la serie más interesante, estéticamente, a mí opinión.



La serie " 2 " tiene la imágen enmarcada - con lo que pierde información - y en rojo en dicho marco, en el lado izquierdo, "CATALANA DE GAS Y ELECTRICIDAD, S.A.", OBRAS DEL SALTO DE EL RUN ( PROV. HUESCA ), y el título de la imagen en cualquiera de los tres lados restantes. En la parte posterior aparece el número "O.R" y un número de serie.

Los números de relación de la colección de postales aparecen en la serie 2 y la 1ª bis, y en la " 1 s/n " no aparece ninguna numeración. Junto a ese número de relación aparece un número "O.R." que - supongo - corresponde a " Obras Run", que es la numeración de todas las imágenes que se tomaron en la construcción. Lógicamente al existir más imágenes que postales hay saltos en la numeración.




La serie " 1ª bis " aparece la imagen llenando la postal en sepia, un anagrama circular de CGE y el título en negro en el interior de una zona donde se ha eliminado la imagen. Detrás el número "O.R." y el de serie. También " Fototipia Brunner y Cia., Zurich (Suiza)", único dato sobre el origen, de la imprenta o editor, de toda la colección. Después de estas rarezas la colección continua solamente en esta serie, con las mismas características, eliminando el "bis" a partir de la 51, inclusive, hasta la número 236.


Es a partir de la 237, inclusive, cuando la colección se divide en dos ediciones, una continua como la serie " 1ª bis " y aparece otra que Feliu denomina " s/n Br ", " sin Brunner ", con una fea franja lateral, el anagrama circular de CGE, seguido del título, un color más marrón, cambia la tipografía y hasta la número 381, inclusive, continua así.

De la 381 en adelante hasta la 427, última conocida, solamente sigue el tipo " 1ª bis ".

La calidad de las imágenes no es mala, pero - desgraciadamente - no es fotográfica. La fototipia es el método más frecuente en esa época para la edición de postales. El diccionario de la RAE, en su primera acepción, nos define fototipia como: " 1. f. Procedimiento para reproducir clisés fotográficos sobre una capa de gelatina, con bicromato, extendida sobre cristal o cobre. 2. f. Arte de estampar esas reproducciones. 3. f. Lámina estampada por este procedimiento. ".

Otras ediciones de obras hidroeléctricas, Capdella por ejemplo, con su calidad fotográfica - tipo gelatino-bromuro - y su brillos típicos, nos permiten hacer ampliaciones mucho mejores y poder observar detalles increíbles.

Pero en cualquier caso lo mejor es hacer un viaje por las obras a través de las postales ; es una experiencia única y muy recomendable, ! A disfrutar ¡.

[ 20091004 Modificación de los links de la Fundación Hospital de Benasque. Ya está en la dirección definitiva ]

sábado, 29 de agosto de 2009

La central hidroeléctrica de Seira y la razón de ser de este blog



Este modesto blog, su autor, y sus artículos, pretenden homenajear a todos aquellos que, con su trabajo, consiguieron construir esa maravilla de la tecnología que es la central de Seira.

A todas aquellas personas que vinieron de lejanos lugares de España y del extranjero, e incluso a aquellos que dejaron sus vidas en las obras, están dedicados todos los esfuerzos del autor por recopilar la información que existe sobre dicha construcción.

Toda la información que aquí se presenta es opinión del autor, y puede incluir de manera involuntaria errores. Cualquier comentario será bien recibido y el autor está abierto a incluir artículos de otras personas, imágenes, o cualquier tipo de información que se le envie sobre dicho tema o esté relacionado con la historia de la hidroelectricidad en el Altoaragón.

También desearía dedicar todos mis trabajos a todos aquellos que han colaborado conmigo de cualquier manera; contándome historias, anécdotas, compartiendo sus recuerdos, sus imágenes.

No podría dejar de citar a Joaquín Costa, luz, guía, y motivación de algunos de mis pensamientos. Sirvan estas modestas notas para agradecerle sus ideas y su forma de ser, verdadero ejemplo para todos los altoaragoneses.



Notas sobre la historia de la central hidroeléctrica de Seira, Huesca (2)







" Continuando con el anterior artículo intentaré explicar algunos aspectos sobre la construcción de la central y de sus gentes.

El comienzo de las obras:

Como en cualquier obra lo primero que se hizo, además de consolidar el terreno donde se pensaba ubicar la central, con muros con sillería, fue construir un taller, fragua, y almacenes. Los situaron en las proximidades de la central y hasta no hace mucho tiempo el taller siguió funcionando con las antiguas máquinas herramientas originales, movidas por un sistema de poleas y ejes accionados por un sólo motor. Los más "viejos" lo denominaban "el taller"; "pon en marcha el taller, zagal", refiriéndose a poner en marcha un viejo motor, con arranque a resistencias y reostato, que lo movía todo y con su ruido rítmico ponía música a todas las actividades. En algunos lugares se ubicaron pequeñas fraguas y talleres, próximos a los compresores de obra, con la intención de arreglar los punteros de las brigadas que estaban perforando los túneles.



También se construyeron dos centrales auxiliares para suministrar "fluido eléctrico" a las obras. Pero ese tema lo dejo para otro artículo.

Toda la piedra se extrajo de una cantera cercana - subiendo por la carretera el ensanche a la derecha anterior al túnel del congosto - y junto a ella se ubicó un polvorín para guardar el explosivo.

También se construyeron varios edificios, al más puro estilo alpino, para alojar al ingeniero director de las obras y las oficinas de la empresa. Allí, delante de una pequeña ventana, hacían cola los obreros para recibir el sueldo.

Encontrar buenos canteros y carpinteros para hacer la central de Seira no debió ser una tarea fácil. Las obras de pantanos y centrales, en nuestra provincia y la vecina de Lérida, requerían de este especializado personal para sus trabajos. Grandes brigadas vinieron de lugares lejanos como Murcia, informados por anuncios llamativos en los periódicos, e incentivados por pagas y ventajas. De Francia también vinieron obreros, electricistas y mecánicos, agregados a las empresas de montaje de turbinas y alternadores, y muchos se quedaron moviéndose de obra en obra en aquellos años de actividad, para al final quedarse fijos en alguna empresa.

Se contrató a un Ingeniero de Caminos, entonces funcionarios, que pidió su pase a supernumerario - una excedencia para dedicarse a un trabajo privado - para poder dirigir las obras de la central: Don Federico Jiménez del Yerro. Federico Francisco Isidro Alejandro Giménez y del Yerro, según consta en el registro civil, nació en Madrid un 4 de octubre de 1874. Allí Estudió en la escuela de Ingenieros de Caminos, y no fue hasta 1904, cuando pasó de ingeniero aspirante a ingeniero del Cuerpo de Caminos Canales y Puertos con categoría de oficial segundo.


Como cualquier Ingeniero de la época estuvo en multitud de destinos, unos públicos y otros privados; la Jefatura de Palencia, la Compañía Leizarán - obras del ferrocarril de Andoain -, Jefatura de Burgos, León, la Dirección de trabajos hidráulicos del Duero, y otros muchos, hasta que el 13 de agosto de 1912 solicitó su excedencia para dedicarse a las obras de la central de Seira. En 1921 pidió su vuelta al escalafón siendo destinado, de ingeniero director de las obras, al pantano de Belsué. Desde entonces estuvo vinculado a puestos en la División Hidráulica del Ebro y en la recién creada Confederación Sindical Hidrográfica del Ebro, CSHE, luego un breve tiempo en los ferrocarriles andaluces, y más tarde en Madrid donde se jubiló el 4 de octubre de 1944.

Junto a D. Federico, en el cargo de jefe de los servicios hidráulicos de C.G.E., en Barcelona, estuvo el también Ingeniero de Caminos, Diego Mayoral Estrimiana, Gaditano, del Puerto de Santa María, presente "en trabajos durísimos, principalmente en el periodo 1911-1929 en los altos Pirineos de Huesca y Cataluña". Diego Mayoral visitó frecuentemente las obras de la central y aparece en todos los asuntos relacionados con las instalaciones de la Catalana en la zona. Estuvo desempeñando, por su experiencia en el sector, importantes cargos en el Ministerio de Obras Públicas hasta su jubilación en 1941.


La documentación fotográfica de las obras:

Todas las obras de la época contaban con un servicio fotográfico que documentaba la evolución de las mismas, pero la construcción de la central de Seira tiene un hecho diferencial y excepcional. Esas colecciones fotográficas privadas, en ocasiones públicas en pequeñas colecciones – en forma de postales - , en el caso de Seira fueron de unas dimensiones únicas ( no se conoce colección similar ).

Los datos de las dimensiones y características de las ediciones públicas de otras obras son muy difíciles de localizar, pero conocemos los de otro caso coetáneo; las obras del Pantano de la Peña en el rio Gallego.


Severino Bello Poëyusan, Ingeniero director de la obras, prolífico escritor, y más tarde Director del Canal de Isabel II, nos cuenta interesantes datos de la evolución de la obra, y resolución de problemas que se les presentaron.
En el tema de la fotografía nos relata: "Un perito electricista de las obras hizo rápidamente el aprendizaje de la fotografía necesaria a nuestro objeto de demostración y publicidad. Una modesta cámara oscura se montó en un rincón del almacén general. Las vistas de las obras coleccionadas hasta ahora son 224 de 13x18, y de ellas se han repartido 28.560 ejemplares. Con las más características se forma una colección de postales-fototipias, que al presente consta de 84, y de las cuales van tiradas 99.000 tarjetas, repartidas ya en su mayor parte."


En Seira se hicieron varios miles de clichés de las diferentes obras y de ellos se seleccionaron 427 - que se conozcan -, y se llevaron a cabo tres ediciones en forma de postales-fototipias, dos de ellas sin datos ni imprenta y una realizada por la Fototipia Brunner de Zurich, que nos narran, mediante sus imágenes, la secuencia de las obras. Gracias a ellas y a los datos que aportan, podemos tener una visión excepcional y única. También podemos trazar la cronología y evolución de los diferentes trabajos que se realizaron en un lapso de tiempo "muy breve".


La serie de postales de Seira fue extraordinaria en cantidad, aunque no en calidad - desgraciadamente - porque eran fototipias. Otras obras hicieron series "fotográficas" que con su nitidez y resolución nos permiten ver todo tipo de detalles.

Para poder realizar todos los trabajos fotográficos se habilitó una zona, una vez terminada la central, y allí se hicieron todas las copias a papel de los negativos, que en este caso eran de cristal, y en algunas copias podemos apreciar alguna rotura de los mismos. Según un número de orden que aparece en las postales se hicieron aproximadamente 1300 negativos en el tiempo que duró la obra de Seira.

Continuará…

Por José Antonio Cubero Guardiola"

Este artículo se publicó en el número 3 de la revista " Els tres llugaróns ", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en julio de 2009.

Este artículo es la segunda parte de:

Notas sobre la historia de la central hidroeléctrica de Seira, Huesca (1)



Notas sobre la historia de la central hidroeléctrica de Seira, Huesca (1)





" Corría el año 1904 y el periódico El Ribagorzano de Graus nos traía terribles noticias: las cosechas estaban perdidas por la sequía, las viñas estaban atacadas por la filoxera y los olivos por el pedrisco que cayó en agosto. En la Ribagorza tenían que comer pan de bellotas por no tener trigo. Las familias emigraban a Barcelona, Francia y América. Muchos abandonaban sus propiedades, mal vendían el ganado, para poder llegar a Barcelona donde un jornal les permitiría dar de comer dignamente a su familia.

Las obras del Canal de Aragón y Cataluña, fuente de ingresos de muchas familias, se antojaban lejanas. Atrás, también quedaba la llegada de aquellos ingenieros, con sus largas botas y su abigarrada figura, armados de desconocidos artefactos, marcando líneas por lugares inhóspitos. Aquellos mil franceses que llegaron de no se sabe donde, en busca de trabajo y que fueron rápidamente colocados en el canal, eran ahora substituidos por los famélicos agricultores ribagorzanos que buscaban desesperadamente su sustento.

Joaquín Costa, en su último retiro, predicaba en sus artículos la necesidad de modernizarse y de aprovechar las aguas del Esera para mitigar las terribles consecuencias de las sequías con estas palabras: " Recogedme ( seguía diciendo en su infatigable canturía el río Esera ); no seáis ciegos, ni desmañados ni cobardes; recogedme a mí, recoged a mi compañero el Ara; recoged a nuestro hijo común el río Cinca; derramadnos por un sistema arterial de venas y brazales a través de vuestros campos, de vuestros olivares, de vuestras dehesas, de vuestros despoblados y páramos..."

Con este duro panorama, en estas fechas, un joven ingeniero Zaragozano llamado Francisco Bastos Ansart, idealista e inteligente, emprendió multitud de empresas en pro de su amado Aragón. Su padre también era Ingeniero, empresario y el hecho de haber cursado ambos sus carreras en el ejército, y ser militares, les había inculcado la rigidez y precisión marcial.




Francisco, en 1904, fijó su residencia en Barcelona y, quizás, algún ribagorzano emigrado, imbuido del cariño por su tierra, le contara las excelencias de sus orígenes y en una fecha indeterminada visitó el rio Esera. Las noticias de sociedad de El Ribagorzano y su curioso editor, Marcelino Gambón, no dieron cuenta de su visita. Imagino que él tampoco quería darse a conocer. Una vez de vuelta a su casa de Barcelona, maravillado por los magníficos parajes ribagorzanos, y vistas las enormes posibilidades del valle, en 1909 era el titular de la concesión hidroeléctrica junto a Eugenio López Tudela.

Francisco era un hombre muy activo, y el hecho de trabajar en esta idea no le impidió seguir con sus proyectos, tales como: diseñar ferrocarriles, dirigir minas, hacer de asesor, y participar en cuantas ideas se le ocurrían. Quizás descubriera las posibilidades del Esera camino de uno de sus proyectos en la cercana Francia, ! quién sabe ¡. Lo que sí es seguro es que era una persona muy observadora y capaz. Supo ver todas las ventajas e inconvenientes que presentaba un proyecto de estas dimensiones.



La Ribagorza, y el valle de Benasque, hasta la construcción del acceso por el Congosto del Ventamillo a comienzos del Siglo XX era un valle mal comunicado. Penosas sendas se abrían paso por los cerros y era imposible llevar a cabo cualquier empresa por liviana que fuera. Algunos viajeros, como el Conde francés A. de Saint-Saud (*), llegaron a decir: “ …los montañeses pobres de España, que viven con dos siglos de retraso respecto a nosotros. “. Este y otros problemas pasaron, más adelante, abultada factura a los constructores de la central. También la calidad de la roca, y su distribución podía ser otro problema si se debía hacer un túnel. Todo esto pasaba por la cabeza de Francisco cuando intentaba hacer su proyecto de aprovechamiento Hidroeléctrico del río Esera. Estudió, también, la posibilidad de hacer varios saltos con la intención de aprovechar la línea de transporte, de 60.000 voltios en el proyecto original, que llevaría la fuerza a Barcelona.

Las experiencias en el transporte de la energía eléctrica a larga distancia no habían hecho más que empezar. Primero en Alemania, Marcel Deprez, en 1882, llevando la electricidad de Miesbach a Munich – 57 kilómetros -, con ocasión de la feria de electricidad de esa ciudad. La obcecación de Edison, en Estados Unidos, y las grandes empresas europeas, en el uso de la corriente continua, retrasó el uso de la incipiente corriente alterna y no fue hasta la instalación de la central de Niagara Falls cuando despegó su uso.



En Aragón primero fue la Compañía Aragonesa de Electricidad con la traída de fuerza del molino de San Carlos a Zaragoza – tres kilómetros -, segunda experiencia mundial – según algunos autores - tras la de Lausen-Frankfort, o la innovadora central de Carcavilla, propiedad de La Teledinámica del Gallego, que aquel 24 de agosto de 1904 a las 19 horas y 7 minutos llevó la electricidad, “ sin interrupción ni contratiempo de ningún género “, a Zaragoza.

Los problemas de las grandes ciudades, la competencia de las novedosas empresas eléctricas con las gasistas, y las novedades en el transporte quedaban lejanos. Los propietarios de los molinos harineros, junto a algunos instaladores eléctricos, habían buscado una segunda utilidad para sus molinos, faltos de actividad, con el fin de buscar una rentabilidad perdida. Algunas villas, como Graus, se adelantaron - al disponer de centrales cerca del núcleo urbano - a otras ciudades más grandes, y la Eléctrica de San Vicente Ferrer, con su turbina de 40 caballos, y dinamo de 15 kw alimentaba 200 lámparas en 1903. Pero esa, es otra historia.



Francisco colaboró con la empresa M. Bertrand e hijo, de Barcelona, como ingeniero asesor, y les vendió las concesiones del Esera. Bertrand e hijo, Central Catalana de Electricidad y la [ Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas ] *** formaron la Sociedad de Fuerzas Hidroeléctricas, SGFH, en 1911, con un capital de doce millones de pesetas. Más tarde, la Sociedad Catalana para el alumbrado por Gas compró a Lebon – de Central Catalana – sus derechos y formó Catalana de Gas y Electricidad, CGE.

CGE inició su andadura espoleada por la competencia del ingeniero canadiense F.S. Pearson, y su empresa Riegos y Fuerzas del Ebro, RFE. Pearson no estaba muy convencido de la viabilidad de su proyecto en Cataluña, pero una visita junto a su amigo e ingeniero Carlos Montañés le hizo ver el futuro de la misma. La lentitud de las obras de CGE y su endeudamiento, la relegaron a un puesto secundario en el mercado catalán en el que RFE era el líder indiscutible.

Bastos había calculado en su proyecto un coste para el salto del Run de 2.272.000 pesetas para la instalación hidráulica, 1.620.000 pesetas para la mecánico-eléctrica y 5.026.000 pesetas para la línea de transporte. Todo el proyecto, incluido el salto de Santaliestra, imprevistos, y direcciones, sumaba 15 millones de pesetas (**).

Francisco se dedicó a otras actividades, entre ellas a la política y fue diputado por Boltaña - el primer diputado regionalista - . Entre las subvenciones que consiguió para las mal equipadas escuelas, figura curiosamente Seira como primera de la lista.



Para hacernos una idea del incipiente proyecto, tenemos la suerte de contar con un narrador de excepción, el fotógrafo Manuel Arribas. Con sus fotografías, que acompañan este artículo, nos iba plasmando los inicios de las obras de CGE en ****.

Continuará…

Por José Antonio Cubero Guardiola
"

Notas no incluidas en su publicación por falta de espacio en la revista:

La fotografia de Francisco Bastos Ansart, única que conozco, está sacada de:
CASTAN PALOMAR, Fernando, Aragoneses Contemporáneos 1900-1934, Ediciones Herrein, Zaragoza, 1934. p.80

(*) LASAOSA SUSÍN, Ramón; ORTEGA, Miguel. El sistema hidroeléctrico del Cinca: cambios paisajísticos y humanos. Encuentro sobre Historia y Medio Ambiente (2º.2001. Huesca). 2001, p. 256-272

(**) BASTOS ANSART, Francisco. El grupo de saltos de agua del río Esera y la traída de fuerza hidroeléctrica a Barcelona. Barcelona, abril, 1912, 43 pp. Gentileza de Anna Bragulat de la Fundación Gas Natural.


Este artículo se publicó en el número 2 de la revista " Els tres llugaróns ", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en diciembre de 2008.

(***) 20091004 Modificación de un error localizado por Anna Bragulat - Gracias -

(****) 20111217 La fecha de "los inicios" -que no el inicio- de las obras que aparecía en este artículo era 1914 y la puse siguiendo el estado de las obras que aparecían en las postales el día que las realizó el fotógrafo -Arribas- al compararlas con las postales de las obras de Catalana. En ningún momento pretendí asegurar, de manera taxativa, una fecha, entre muchas otras razones, porque no la sabía. Por eso, para acotar en el tiempo dichos trabajos, puse la fecha como orientación. Tiempo después he encontrado imágenes que, anteriores a esta fecha, nos confirman que las obras, de manera puntual realizando obras auxiliares, comenzaron antes -agosto de 1912- y ya en 1913, desde el mes de mayo, se comenzaron los trabajos principales. Por el estado de los lugares donde se desarrollan las mismas, parece una fecha razonable para situar el principio de las mismas. En el artículo que se publicará en diciembre de 2011 se explican estos nuevos datos.