sábado, 7 de noviembre de 2020

Notas sobre la historia de la central de Seira (22): 1919, Puente Argoné.



El otoño de 1918 ha sido duro. La segunda oleada de la mal llamada “gripe española” ha golpeado fuertemente a los habitantes del Altoaragón. El invierno de 1919 o -quizás la intensidad de la tercera oleada de gripe- ha provocado un bajón del número de trabajadores en las obras. En la memoria de todos está la puesta en marcha de la central de Seira el año 1918 y su importancia, pero se ha cerrado una etapa. Todo ha cambiado a partir de este momento, el punto de mira es ahora Puente Argoné, la subestación de Perarrua y la central de Gradiello. Tan importante ha sido el cambio, que las fotografías que documentan las obras han comenzado una nueva colección. En esta la construcción en Seira pasa a un segundo plano y nos muestra los problemas que surgen en las instalaciones y averías que surgen en la explotación. Por poner un ejemplo, la turbina Escher Wyss número 5477 -la turbina 2 coloquialmente- ha tenido un problema en su cámara espiral y el agua sale, de manera muy preocupante, por una grieta en la fundición. 

Otras imágenes de la nueva colección nos muestran el buen ritmo de las obras de la central de Puente Argoné a mediados de febrero de 1919. En el edificio principal el muro del lado de la montaña ya está terminado. Los fundamentos de la turbina son unos agujeros indefinidos, pero el túnel de salida de aguas ya está acabado. Sobre sus muros se han instalado unos aéreos andamios sobre los que se está construyendo la pared del lado del río. En la salida de turbinas se ha instalado una bomba para agotar el agua de las filtraciones. Un gran número de obreros en lo más alto del andamio ha terminado los cabeceros de las 10 ventanas que tendrá el edificio. Esta construcción, en general, no tiene la solidez de la central de Seira. Parece que se construya pensando en la inmediatez y la economía, como si no fuera a perdurar en el tiempo. Confirmando esta percepción en el título de una imagen aparece descrita como la “central provisional en construcción”. 


El pasado día dos de septiembre, el Gobernador Civil confirmó oficialmente, el cambio de titularidad de la de la concesión de Jules Daisson, aguas abajo del salto de Puente Argoné. CGE había adquirido dicha concesión pero hasta que no estuviera oficialmente reconocida no podía contarla como suya, ahora la empresa ya piensa en conjunto y la central de Puente Argoné es el aprovechamiento temporal para aprovechar la concesión que ya tenía hasta que se pueda plantear y desarrollar el salto completo de Argoné que incluirá el nuevo tramo de concesión. Esta, que llevaba bastantes años en manos de diferentes titulares franceses, interrumpía el conjunto de concesiones de CGE aguas arriba y abajo, y su adquisición supone un importante avance para la viabilidad económica de todos los saltos.

Pero estos trámites y decisiones parecen no alterar la gran actividad que hay en las obras del canal. En algunos tramos ya se está recubriendo el mismo con el acabado final. Un poco más adelante los encofrados avanzan inexorablemente y ya podemos adivinar su forma definitiva en forma de trapecio invertido.

En el Barranco de San Nicolau se amontonan las vías Decauville y hay un importante transito de vagonetas. En el lado de Seira un gran número de hombres armados de picos y palas, construyen terrazas para ir ganando terreno a la montaña. En el otro, el comienzo de una galería en lo alto marca el destino de los obreros que se afanan en remover y cargar la tierra de la excavación. 

En el canal hay gran actividad de carros tirados por mulas y caballerías que apoyan el trasiego de las vagonetas que, cargadas de áridos, abastecen los tajos. Junto a un acceso al canal se amontonan, en gran número, las piedras que servirán para la estructura del canal.

A comienzos de marzo el puente que da nombre a la central ha quedado totalmente reconstruido y está irreconocible. Se han quitado dos pequeños arcos que restaban fuerza en el lado derecho y se han ensanchado la huella del puente en ambas orillas. Ambos estribos estaban muy descompuestos y en el lado izquierdo la vegetación campaba a sus anchas ocultando el mal estado general de la construcción. 

En Seira, el muro del azud para derivar las aguas del río ya se eleva varios metros sobre el río y una ciclópea escalera da acceso a lo más alto del mismo. A pocos metros, canal abajo, una brigada ha terminado la bóveda del primer túnel y posa sonriente orgullosos de su magnífico trabajo. En la central los muros ya están terminados y se están colocando grandes “tijeras” de madera para soportar el tejado. Los gremios se solapan y por un lado los carpinteros colocan las maderas para instalar las tejas y por el otro, los albañiles, están lavando la pared. Un mosaico de placas multicolores comienza por un extremo a cubrir el tejado.

En San Nicolau se está construyendo, con grandes andamios y vigas de acero, un puente entre ambos lados del barranco, para poder transportar los materiales, aguas abajo, pues el otro lado es inaccesible por la orografía del terreno. 



Unos kilómetros más abajo, en las Ventas de Santa Lucía, se ha ubicado una subestación donde se conectará la línea de alta tensión que viene de Seira. Las obras están muy avanzadas y el edificio ya tiene todos sus muros levantados. Es una construcción muy robusta y los muros son mucho más gruesos que en Puente Argoné. Las paredes exteriores están realizadas en piedra, como en Seira, pero toda la estructura se ha hecho con hormigón armado. Las tijeras son de acero roblonado y recuerdan a las instaladas en la ETP de Seira por su solidez. Para colocarlas se ha construido una torre de madera y a esta se suben los operarios sin ningún tipo de medida de seguridad, armados de un serrucho, sus zapatillas de esparto, la boina y mucho desparpajo. 

Se han dejado en el muro unos orificios para pasar los conductores de la línea de alta tensión. Su construcción es idéntica a los construidos en Seira. Esta subestación albergará en su interior los transformadores que permitirán conectar la línea del Cinca a 66.000 Voltios con la línea de Seira que temporalmente funciona a esa tensión hasta que pueda elevarse a la definitiva de 110.000 Voltios, para transportarla a Barcelona. También en su interior estará, protegido de las inclemencias meteorológicas, el aparellaje de protección de dichos transformadores y de las líneas de transporte. El edificio se levanta imponente en medio de los campos cultivados y las pequeñas casetas de los alrededores aun resaltan más su tamaño. Desde su gran tejado se domina el Valle del Ésera y la soledad de la línea de alta tensión camino de Seira.



En Puente Argoné se preparan los fundamentos para instalar la turbina de la Casa Piccard, Picket y Cie de Ginebra. El salto de 45 metros de desnivel y 8,5 m3/s de caudal, producirá 4.250 caballos de vapor. Para transportar el agua desde la cámara de agua -o depósito regulador- se ha elegido una tubería de la casa americana Continental Pipe Manufacturing, que tiene la peculiaridad de ser de madera. Está formada por piezas ensambladas y rodeadas por unos anillos metálicos que le permiten soportar la presión del agua. Parece ser que se instalará el alternador número 3 de Seira mientras no sea necesario su servicio y así no será necesario adquirir uno, dada la temporalidad de la instalación. Para evacuar la producción de la central se ha pensado instalar una línea a 6.000 V que permitirá enviar la energía hasta la central de Seira y allí elevarla hasta los 66.000 V de la línea y así poder juntar esta potencia con la generada por la central. 

Entre tanto, una brigada ha comenzado a realizar los sondeos en el río para la ubicación del cerramiento de Gradiello. Han hincado unos fuertes caballetes sobre el lecho y sobre estos unas vigas de hierro sirven de base para el equipo de perforación. 

Este artículo se publicó en el número 23 de la revista "Els Tres Llugarons", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en el verano de 2019


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