sábado, 7 de noviembre de 2020

Notas sobre la historia de la central de Seira (23): Puente Argoné, una central singular.





La central de Puente Argoné tenía una peculiaridad constructiva, desconocida para muchos, pues su tubería de presión estaba fabricada en madera. En España no era habitual el uso de la madera en las conducciones de agua y menos para tuberías sometidas a presión, pero al otro lado del charco, en Estados Unidos, donde existen unos inmensos bosques de madera de calidad, su uso era muy frecuente, tanto para el transporte de agua como en la construcción de puentes, canales, viviendas y tuberías para centrales.

La compañía americana Continental Pipe Manufacturing, constructora de dicha tubería, era una empresa especializada en la construcción de esta clase de conductos. Tenía su sede en Seattle, en el estado de Washington. En sus bosques y en el cercano Oregón hay árboles de una variedad éndemica que es el Douglas Fir, denominación americana del Washington Fir o Pino de Oregón. Continental Pipe utilizaba esta madera para construir sus tuberías. Estos árboles pueden llegar a los 380 pies (115 metros) y diámetros de 15 pies (4,5 metros), aunque la empresa utilizaba habitualmente árboles de 200 pies (61 metros) y 5 pies (1,5 metros) de diámetro para construir sus tuberías.

Las conducciones de Continental Pipe, según el fabricante, tenían una alta eficiencia y una rugosidad muy pequeña, que disminuía el rozamiento en relación con otros tipos de tuberías. También eran resistentes al fuego -mientras las tuberías estaban llenas de agua- y también al hielo pues la madera servía de aislante del fluido que circulaba en su interior. Fabricaban diámetros desde las dos pulgadas (cinco centímetros) hasta las 240 pulgadas (6 metros). Para Puente Argoné fabricaron una tubería de 1.200 mm de diámetro.



La central tenía otra peculiaridad, que se ha comentado habitualmente entre los trabajadores más veteranos de Seira, y es el alternador de 9000 kVA de potencia aparente; inicialmente estaba destinado a ser el número 3 de la central de Seira. Como este alternador carecía de excitación se colocó una dinamo de 35 kW movida por una correa desde el eje por el lado opuesto al acoplamiento.



Imagen de los árboles utilizados para la construcción de tuberías por la Continental Pipe (Imagen del catálogo de la empresa número 18 del año 1923)

Un primer proyecto del fabricante de la turbina Piccard, Pictet y Cía de Ginebra, contemplaba la instalación de dos turbinas en el mismo eje para obtener la potencia de 10.000 HP. La principal tenía un gasto de 8600 litros de agua por segundo y producía 4.250 caballos con un rodete doble tipo Massaboden, con la salida de agua por ambos lados de la turbina. La turbina secundaria era del mismo tipo pero de rodete simple y aprovechaban una turbina diseñada para un salto más grande pero que con los 45 m de Puente Argoné producía 3.300 caballos de fuerza con un gasto de 6.800 litros de agua por segundo. Este tándem alcanzaba una potencia aproximada a los 10.600 caballos de las turbinas de Seira, que eran los necesarios para un correcto rendimiento de dicho alternador. Pero al final optaron por instalar solamente la turbina principal, lo que confirmaba la temporalidad de la instalación del generador, pues esta era demasiado pequeña para obtener un rendimiento adecuado del mismo y este, además, debía instalarse en su ubicación definitiva. 

Esta turbina estaba gobernada por un regulador a presión de aceite, para mantener estables sus revoluciones. Una correa transmitía a un péndulo mecánico, pieza fundamental del mismo, las revoluciones a las que giraba la turbina para poder regular la velocidad y en caso de sobrevelocidad, cerrar el distribuidor. Un orificio compensador (coloquialmente denominado válvula de descarga) evitaba las posibles sobrepresiones por cierres rápidos del distribuidor y para proteger, la turbina y la tubería, en caso de un disparo intempestivo o de una avería del regulador de turbina. 

Imagen de una tubería de madera similar a la de Puente Argoné en Ogden Canyon, Weber County, UT. Library of Congress (www.loc.gov)

El año 1923 ya aparece en la documentación una modificación realizada para optimizar la instalación, pues se sustituyó el alternador por uno nuevo de la marca General Electric. Este, de 7.000 kVA de potencia aparente, giraba a 500 revoluciones por minuto y, por tanto, para la frecuencia de este país que es 50 Hz (hercios), tenía 12 polos -ó 6 pares-. Su tensión de funcionamiento era de 6 kV (6.000 voltios) entre fases (tensión compuesta) y los cables de los devanados, nada más salir de las bornas del mismo, se conectaban a unas voluminosas inductancias para protegerlo de sobretensiones. A continuación una serie de transformadores de tensión e intensidad permitían visualizar los parámetros de funcionamiento, contar los kilovatios producidos y alimentar las protecciones eléctricas de la central (estas se encargan de abrir el interruptor y avisar al operador para que pare la central en caso de un malfuncionamiento de la misma). Un transformador de “servicios auxiliares” de 50 kVA alimentaba el alumbrado, la fuerza de la central y la grúa del exterior que estaba preparada para levantar 20 toneladas. 

El año 1924, según un plano de la época, se añadió un interruptor BBC (Brown Boveri & Cie) con un equipo sincronizador para poder acoplar a la red y también se instalaron un juego doble de barras. Como se tenía que dar suministro eléctrico a las obras de la central auxiliar de Campo, se construyó una línea trifásica a 6000 voltios desde la central y para protegerla se colocó un nuevo interruptor marca Oerlikon. 

Imagen de una tubería de madera similar a la de Puente Argoné en Ogden Canyon, Weber County, UT. Library of Congress (www.loc.gov)

En la salida de la línea principal, para evacuar la energía producida, se instaló una protección “basta”, con dos juegos de descargadores, unos denominados de “chorro de agua” (en los que la salida de los descargadores se pasaba por un chorro de agua y, según los fabricantes, aumentaba su efectividad) y otros electrolíticos, pues en aquellos momentos la efectividad general de aquellos aparellajes no era muy alta. Entre ambos, otras bobinas de self completaban la protección contra las tormentas, frenando las sobretensiones. 

Una línea de más de cuatro kilómetros, y grueso calibre, conectaba Puente Argoné con la central de Seira. A su llegada unos descargadores “de cuernos” (denominados así por su parecido con un cuerno) más otros descargadores de “chorro de agua” y entre ambos las bobinas de self para proteger de los mismos meteoros el otro extremo de la línea y evitar que las sobretensiones entraran en la instalación de la central, donde se conectaba a sus barras como un grupo más.

La línea de 6 kV a Seira era demasiado larga para la potencia de la central, pues tenía muchas pérdidas. Sobre el año 1931, para solucionar este problema, se instaló un transformador en el exterior de la central para elevar la tensión de salida de la misma a 110.000 voltios y así poder conectarla a la línea de Seira-Argoné. En algunas imágenes podemos ver el nuevo poste que sirvió para cruzar el rio y conectarse a la línea. También se aprecia un seccionador pero el transformador de la marca BBC (Brown Boveri & Cie) de 10.000 kVA, no aparece en ninguna de las imágenes y debió instalarse, probablemente, junto a este. 



En 1948 se puso en servicio el grupo 1 de la central de Argoné. Para llevar el agua hasta su cámara se extiendió el canal de Puente Argoné. En 1954 entró en funcionamiento el segundo grupo. En algunas de las antiguas bandejas de cables encontramos madera de la tubería de Puente Argoné. Esta todavía conserva las marcas de los zarcillos de la tubería, de sus tensores y un fuerte olor a cresota. Son muchas las construcciones de la colonia en las que se reutilizaron las barras de metal de los zarcillos, aunque, probablemente, sean más perceptibles los railes, utilizados para barandillas, de las vías Decauville utilizadas durante las obras. 

La central de Puente Argoné dejó de utilizarse con la entrada en servicio del segundo grupo de Argoné, pues el gasto de agua de esta central impedía una explotación conjunta de dichas centrales.

Han pasado bastantes años ya desde su desmantelamiento, pero todavía podemos ver, junto al puente que le dio nombre, los restos de aquella instalación. Una oxidada escalera da acceso a la salida de turbinas y allí el cemento, como en todas las obras realizadas en aquellas fechas, está en un estado impecable. El vertedero, serpenteante, con sus paredes escalonadas, fue el centro de las imágenes más icónicas de la central. Todavía conserva sus paredes en buen estado y sigue, tan solo oculto por algún árbol, visible desde la carretera, si nos fijamos un poco. 

Inmutables al paso del tiempo, permanecen en las soleras y en las “camas” de las tuberías las marcas de los zarcillos de la tubería y algún resto de la madera de pino de Oregón que queda todavía visible para satisfacción de los más osados visitantes de esta pequeña muestra de nuestro olvidado patrimonio industrial.

Este artículo se publicó en el número 24 de la revista "Els Tres Llugarons", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en el invierno de 2019

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