sábado, 7 de noviembre de 2020

Notas sobre la historia de la central de Seira (24): 1920, un año entretenido en la política española.





El pasado año 1919 un nuevo decreto establecía la jornada laboral en ocho horas, con un total de 48 horas semanales. Dicho texto reconocía 

“que existiendo industrias cuya organización integral ha de hallarse coordinada con las de sus semejantes en el extranjero, si no han de verse colocadas en condición de inferioridad y ruina y de muerte deben constituirse aquellos organismos adecuados para el estudio de los casos de excepción”. 

Han pasado los meses y ni en la ley ni en su reglamento de aplicación se han establecido normas para los casos donde no sea posible su implantación. Los calores inusuales del mes de julio en esta Corte, casi cuarenta grados, y la inestabilidad política de este gobierno que no obtiene mayorías y debe requerir de gobiernos de concentración no acaban de aclarar este logro social. Pero la presión social que están provocando las continuas huelgas parece que están logrando sus objetivos y este mes de agosto de 1920 la Gaceta de Madrid ha publicado la esperada normativa de aplicación para los casos más complejos de este nuevo horario. Es un gran logro para los trabajadores y un pequeño oasis entre las malas noticias que vienen de África, de esta guerra que está sangrando a España de sus jóvenes, como ya hiciera la de Cuba a finales del pasado siglo. No auguran nada bueno las noticias que nos llegan de allí.

Las elecciones del año pasado tendrán que repetirse, pues seguimos sin poder formar gobierno. Por la demarcación de Boltaña, a la que pertenece Seira, el diputado electo es Francisco Bastos Ansart. Este es un ingeniero aragonés residente en Barcelona y uno de los antiguos propietarios de la concesión hidroeléctrica de Puente Argoné y del Salto del Run. Socio fundador de la Sociedad Guell, Bastos y Bertran hermanos tiene como importante cliente a la Catalana de Gas y Electricidad. También dedica su tiempo a la política y sus detractores durante estas elecciones llenaron hojas y hojas en los periódicos, caldeando el ambiente político pues Bastos pertenece a la “Lliga regionalista”; el partido liderado por Francisco Cambó. El abogado Manuel Batalla Bescós, presidente de la Diputación Provincial de Huesca en estos momentos, se presenta por el partido liberal. El Diario de Huesca, de marcado sesgo liberal, apoya dicha candidatura y analiza las posibilidades de sus candidatos a la luz de las últimas elecciones en las que han salido triunfantes de la urnasal ganar nueve de las diez que habían de elegirse.

En una cabecera titulada Significación de nuestra política, el diario de Camo recuerda:

“Las bases de nuestro credo basado en el fomento y protección de la riqueza, de aprovechar todos los elementos del país y no olvidando, ni mucho menos, la difusión y propagación de la cultura, pues no desconocemos que el hombre trabaja, produce y se comporta según la cantidad de saber que su inteligencia atesora”. 

A renglón seguido valora de problema candente y críticas circunstancias la candidatura de Bastos con el nombre de regionalismo porque no es el sano y plausible regionalismo aragonés. Se antoja intensa la labor de la nominada por el periódico “candidatura anticatalanista” para atajar la labor de la candidatura “regionalista”. 

El distrito de Boltaña siempre ha desatado pasiones y atrás quedan ya las miserias de la lucha en anteriores comicios. Antes de Bastos, Luis Fatás fue el diputado de la demarcación desde las elecciones del 1910. Este médico de Sariñena, era un cunero -candidato que no pertenece a la demarcación- y liberal por más señas. Aún permanece en la memoria de los habitantes de la demarcación los enfrentamientos con el candidato Celso Joaniquet. Este no despertaba pasiones mas que de sus detractores, que llegaron a editar un periódico -El Desinfector- dedicado en su totalidad a glosar las “excelencias” del candidato. Esta publicación como cabecera y declaración de intenciones, proclamaba:

El Desinfector no se compra, ni se vende, ni hace CHANTAGE (sic), ni adula a nadie, ni recibe subvenciones de ningún bicho viviente. 

El Desinfector, Boltaña, 18 de abril de 1916

Los periódicos oscenses El Porvenir y El Diario de Huesca le dedican sendos artículos y este último termina con unas líneas contundentes:

Lo único triste es que los hombres honrados, y a causa de la ignorancia de la mayoría, tengan que descender a combatir a esos elementos, perdiendo el tiempo que necesitan para empresas más altas. Pero la realidad es la realidad, y ella impone, ya que la opinión no sabe distinguir este penoso trabajo de desinfección. ¡Y lo malo es que en cada pueblo esta haciendo falta un DESINFECTOR!.

El Desinfector, Boltaña, 10 de Junio de 1915

La campaña parece que surte efecto -aunque probablemente no hubiera sido necesaria- y el 9 de abril de 1916 se celebran las elecciones nacionales y por la demarcación de Boltaña sale elegido Luis Fatás, confirmando el dominio del partido liberal en la provincia. Celso Joaniquet candidato demócrata-independiente es objeto de mofa y escarnio tras su fracaso en El Desinfector. Como promotor de esta cabecera se encuentra, entre otros, un profesor de la localidad, seguidor de la doctrina costista, que harto de engaños y falacias de los candidatos, intenta desenmascar a Joaniquet. Pero siempre desde su particular imparcialidad, pues en sus artículos no toma partido por ningún candidato, pero tiene muy claro quien no debe representar a los habitantes de la tierra donde vive y a la que ama. Un lucha que ya comenzara Costa con su libro Oligarquía y Caciquismo, donde racionalizaba el lamentable efecto que tenía sobre el gobierno de un país la influencia de personas que, sin ningún tipo de ética ni de moral, anteponían sus intereses personales a los generales, abusando de la posición que la política, la industria y los medios de comunicación les otorgaban. Caciques y oligarcas, execrables ejemplos que marcaron -y marcan- la política en este país, impidiendo el desarrollo industrial, profesional, personal y humano de sus habitantes y tan solo engordando sus cuentas bancarias, patrimonio y su supuesta dignidad. Pero mejor que las palabras del ilustre, y nunca suficientemente reconocido estadista montisonense, Joaquín Costa nos ilumine sobre su visión de estas personas y su relación con nuestra escasamente valorada Patria:

Para ellos no había expirado ni estaba expirando, como para nosotros, la Patria, porque la Patria, en su pensamiento, más o menos consciente, se reduce a un pedestal, a una vaca lechera y a un tema de retórica para exornar -adornar- discursos.

Celso Joaniquet Pons en 1912.

Afortunadamente el pensamiento general de la población y de los industriales no se reducía meramente a una especulación económica. También el desarrollo, el crecimiento y, por supuesto, el beneficio industrial, era uno de sus pensamientos e ideales. Una herencia, fruto de su trabajo, para los que vengan después. Una historia empresarial de la que estar orgullosos, que permita generar trabajo y riqueza para la Patria. En esta línea, el año 1920, un grupo de importantes empresarios barceloneses hartos de pagar los abusivos precios de la electricidad de las tarifas de la compañía Riegos y Fuerzas del Ebro -casi un monopolio en la distribución eléctrica- se están planteando constituir una cooperativa eléctrica en Barcelona. En esta nueva iniciativa los participantes aportan para formar el capital social las concesiones eléctricas y participaciones de empresas de su propiedad y se está barajando una importante cartera industrial. Por otro lado Catalana de Gas y Electricidad no pasa por sus mejores momentos por el fuerte endeudamiento que han provocado los problemas y retrasos de la obra de la central de Seira, entre otras cuestiones. En pocos meses se conocerá el desenlace de esta iniciativa.

Para los que quieran conocer más sobre las ideas de Joaquín Costa un texto recomendable es el Ideario recopilado por el periodista aragonés José García Mercadal y se puede localizar fácilmente en la Biblioteca Virtual de Aragón en este enlace:


Para las obras de Costa es posible encontrarlas en formato digital en la Fundación Giménez Abad en este enlace:


Este artículo se publicó en el número 25 de la revista "Els Tres Llugarons", Abi, Seira y Barbaruens, editada por las asociaciones culturales de dichos pueblos en el verano de 2020

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